martes, 18 de mayo de 2010

HANJI (한지)


Corea tiene una historia de cientos de años dedicada a la fabricación del papel, recreándose largamente en el uso de papeles autóctonos de gran calidad.

HISTORIA
El papel más antiguo, llamado MAJI (마지), estaba hecho de cáñamo.
El MAJI es producido siguiendo, más o menos, el siguiente proceso: desperdicios de cáñamo o trozos de ropa son empapados en agua por algún tiempo y luego despedazados en pequeños fragmentos. Dichos fragmentos son depositados en unas piedras para moler obteniendo una pulpa viscosa, luego de someterla al vapor, se realiza una limpieza con agua para colocarla en un depósito y dejarla reposar. Esta materia prima, se prensa dentro de un marco y se lo deja secar al sol, mientras se blanquea.
Este método para la fabricación del papel era el más utilizado durante el período de los Tres Reinos (57 AC.-668 DC.).
En años sucesivos, las técnicas de fabricación de papel en Corea avanzan considerablemente, liderando la producción de HANJI, un papel tradicionalmente coreano.
En la era KORYO (고려) (918-1392), los coreanos comenzaron a fabricar papel a partir de la planta de mora o TAKNAMU (탁나무), que hacía posible la producción en grandes cantidades, y en el siglo XI, Corea inicia la exportación de papel a China. Entre el año vigésimo tercero (1145) del reinado del Rey INJONG (인종) y el año décimo octavo (1188) del reinado del Rey MYONGJONG (인종묭종), la morera crece, virtualmente por toda la Península Coreana, mientras que la fabricación de papel como negocio privado prosperó. Finalmente, se logra fabricar un papel bastante grueso y resistente, cuya cara y reverso son ambas suaves y satinadas.
Gracias al cultivo extendido de la morera, la elaboración del papel fue muy activa y en el siglo XI se llegó a exportarlo a China.
El hecho de que Corea utilizara ampliamente el papel siguiendo a China que lo inventó por primera vez se puede confirmar a través de diversos registros antiguos.
En la Dinastía JOSEON (조선) (1392-1910) se producía una armadura llamada JIGAP (지갑) hecha de HANJI. Esta armadura producida con un HANJI muy duro tenía una excelente impermeabilidad, mantenía la temperatura corporal aún en los días fríos y protegía el cuerpo de las flechas, lanzas y espadas por ser muy resistentes.


El HANJI es esencialmente un papel neutro, puesto que no depende de ningún producto químico ácido de métodos de blanqueo artificiales, lo que lo hace mucho más duradero. Es un papel muy resistente, translúcido y liso al tacto. Incluso también es resistente a la humedad, y si es curado con tintes naturales como el cártamo, o el árbol de corcho AMUR (아무), desarrolla propiedades anti-insectos y antiséptico.
Existen cuatro manuscritos que datan del siglo VIII, que aun hoy en día, se mantienen en buen estado, y fueron declarados “Patrimonio Cultural de Literatura” por la UNESCO.

FABRICACION
Las moreras para la elaboración del papel tenían generalmente 1 año de vida. Los artesanos del HANJI recogían en cada otoño las ramas de las moreras, los pulverizaban y las hervían para obtener una pasta llamada DAKPUL (닥풀). Esta pasta pasaba por un proceso de lavado, blanqueado y pulverizado. Las fibras contenidas en él eran bien estiradas y secadas para dar nacimiento al papel. Este papel de morera era muy resistente y firme por lo que hasta ahora es considerado como el papel libre de ácido más resistente del mundo.

Las características únicas del HANJI se basan en las propiedades naturales de las materias primas utilizadas y el cuidado que se requiere para fabricarlo.
A grandes rasgos, este es el proceso de fabricación:
  • 1. Despegar la corteza
  • 2. Lavar y dejar secar
  • 3. Eliminar las impurezas
  • 4. Pulverizar la fibra
  • 5. Dispersar la fibra pulverizada en agua
  • 6. Agregar almidon de morera
  • 7. Colar la pasta
  • 8. Deshidratar
  • 9. Secar el papel
  • 10. Suavizado del papel


UTILIZACIÓN
La utilidad y la conveniencia de usar HANJI han sido ampliamente reconocidas en toda Asia oriental, y ganó la admiración de los calígrafos y académicos por igual. El HANJI llegó a perfeccionarse tanto que los chinos a menudo equivocadamente se referían a él como “papel de seda”.
Los chinos y japoneses se refieren al papel de Corea por varios nombres, pero en general, lo reconocen como el mejor papel disponible.


El HANJI es un papel tradicional que los artesanos de Corea han estado produciendo durante más de un millar y medio de años. Pero ahora, en tiempos de cambio, unas pocas personas están luchando por mantener viva esta antigua industria.


Este antiguo papel posee una gran cantidad de usos. En las casas tradicionales se lo utilizaba como vidrio para cubrir puertas y ventanas, para mantener cálidas las habitaciones y para protegerlas del viento. El HANJI también puede hilarse como el algodón y tejerse como tela para hacer ropa.


Entre los muy numerosos objetos tradicionales, construidos con papel artesanal, encontramos los de uso doméstico como los guardarropas, estuches, cofres, cajas, escritorios para caligrafía, sujeta pinceles, candelabros, cortinas, esteras, almohadones, peines y tocadores para el peinado, bandejas, cuencos, palanganas, jarras y cobertores para la comida.


El uso del papel gano un mercado más amplio. Por ejemplo, los abanicos de seda, muy utilizados por la nobleza coreana, pasaron a ser hechos con papel. Hacia mediados del período JOSEON, cuando el tabaco comenzó a ser importado, aparecieron las bolsas para tabaco hechas en papel, convirtiéndose en moda. Otros productos de papel fabricados con libros viejos y otros papeles usados también hicieron su aparición. La frugalidad fue considerada una virtud en la vida diaria. Fieles a su espíritu, los coreanos llegaron a encontrar muchas otras formas de utilizar los deshechos de papel. El papel reciclado fue empleado para empapelar paredes; e incluso se hicieron cuerdas de papel suficientemente fuertes como para ponerlas como timbres (en lugar del llamador) en las puertas o como hilos para confeccionar telas.

En la mayoría de los casos, el papel hecho de morera era utilizado para la artesanía tradicional del papel. Más específicamente, el papel de morera de segunda mano –hojas de la práctica de caligrafía, deshechos de las encuadernaciones de libros o el empapelado de las paredes, o las páginas de libros viejos- eran los más requeridos. El papel tradicional, teñido varias veces y tratado con aceite, era también utilizado.
De todas maneras, la artesanía del papel coreano lleva ya mucho tiempo establecida como una ingeniosa parte de la creatividad nacional y de la versatilidad de la cultura popular.

El uso del HANJI iba más allá de ser un papel simplemente para escribir y era utilizado para confeccionar los barriletes de los niños y hasta como instrumentos de vida cotidiana y de cocina.

El HANJI puede hilarse como el algodón y tejerse como tela para hacer ropa.
Se utiliza en muchas formas de arte tradicionales de Corea, como la caligrafía y la pintura con pincel. Se tiñe y se utiliza para hacer lámparas de colores, abanicos, cajas, e incluso máscaras ceremoniales. Se aplica también en la decoración de todo tipo de muebles. Algunos textos antiguos de más de mil años fueron preservados del deterioro gracias a haber sido escritos en HANJI.
Después de la muerte, muchos coreanos incluso son cremados con vestimentas de papel HANJI.

ELABORACION ARTESANAL
Hay tres métodos artesanales de HANJI que son el JIDO (지도), el JIBO (지보) y el JISEUNG (지승). El primero de ellos es un método en el que se adhieren varias capas de HANJI para hacer la parte externa muy resistente y generalmente era usado para fabricar los roperos, carteras, etc.

Por el método artesanal de JIBO consiste en remojar el papel en agua, despedazar y mezclar con adhesivo natural para formar una pasta como de barro y es utilizado generalmente para elaborar vasijas con tapa.

Por último, el método de JISEUNG consiste en elaborar sogas entrelazando el papel para fabricar canastos, instrumento de criba, jarrones, platos, etc. Además se hacían flores como adornos o los faroles en los templos budistas. Estos adornos hechos con HANJI eran terminados a través de un proceso de teñido y aceitado para darles mayor resistencia.

El uso más representativo del HANJI era el de CHANHOJI (찬호지), o sea el revestimiento de puertas y ventanas deslizantes. Una de las características del HANJI es que permite el paso del aire puro del exterior y el aire impuro de la habitación a través de los poros. Además, los rayos solares que traspasan el papel ayudan a mantener la temperatura y la humedad adecuada de la habitación.


HANJI EN LA COREA DE HOY
En la actualidad se continúa ampliamente el uso del HANJI como material de los productos de decoración tales como muñecas, carteras y otros accesorios. Incluso muchos diseñadores utilizan el HANJI mezclado con otros materiales para producir vestidos, ropa interior, jean y hasta medias. También por su excelente propiedad antibiótica es usado como papel esterilizado, venda, pañales, piel artificial y otros usos.


El centro de producción del tradicional HANJI de Corea del Sur está en JEONJU (전주), una pequeña ciudad en el suroeste del país. La ciudad es famosa por sus muchas tradiciones y formas de arte autóctonos, incluidos el PANSORI (판소리) -una forma de canto folclórico-, y el BIBIMBAP (비빔밥) -un plato picante de arroz-. JEONJU es también conocida por sus típicas casas coreanas de madera, llamadas HANOK (하녹).
En una vieja esquina particularmente famosa de JEONJU, conocida como la aldea HANOK, hay una fábrica de HANJI. Está ubicada en un tradicional edificio de madera con ventanas de papel HANJI y está llena de maquinarias desvencijadas acompañadas del sonido del chapoteo del agua.
El propietario de la fábrica, KANG KAPSEOK (캉 캅석), comenzó a hacer HANJI cuando era joven, después de una visita a las montañas cercanas.
“Fui allí [a las montañas] y vi la técnica para fabricarlo”, dijo. “Era tan hermoso, que quise hacerlo”. Desde entonces, ha dedicado su vida al negocio del HANJI.
Este consagrado fabricante señala que la fabricación del papel coreano se hace en varias etapas.
“La madera de árbol de mora es materia prima”, nos cuenta. “Desde principios de diciembre y hasta febrero, cortamos los árboles de mora. Primero, ponemos la corteza en vapor para separarla de la madera. Luego, a través de un proceso de ebullición, blanqueamos la pulpa de la madera”.
La pulpa de madera fina se mezcla con agua y se vierte sobre una malla de bambú que recoge una fina capa de las fibras empapadas. Cuando el agua es completamente drenada, la capa de puré se asemeja a una hoja de papel mojado. Las hojas se apilan y se secan. Mientras las hojas se secan, las fibras se unen y con la ayuda del almidón natural del árbol, forman finalmente un papel fuerte y duradero.
La fábrica de KAPSEOK está abierta al público y es muy popular. Además, su esposa tiene una tienda de regalos, donde los visitantes pueden comprar hojas de HANJI teñidas del color que se imagine. La tienda también vende regalos, artículos de hogar y artesanías hechas de papel.
Pero actualmente sólo el 70 por ciento del HANJI que se produce en la fábrica de KAPSEOK es vendido. Cuando la economía de Corea del Sur entró en crisis hace una década, la popularidad del HANJI cayó y nunca se recuperó.
“El número de personas que escribe y dibuja en HANJI ha disminuido, y se importa un papel similar desde otros países con mano de obra barata”, cuenta KAPSEOK. “El HANJI coreano no es competitivo. Desde el cambio de siglo, el gobierno estuvo subsidiando la industria de HANJI”.
“A principios de los 90, había más de 100 empleados en la fábrica, pero ahora quedan menos de 10 personas”.

CELEBRACIONES
En Corea se celebran anualmente dos festivales de HANJI, el Festival de HANJI de JEONJU y el Festival Cultural del HANJI de WONJU (원주) en mayo y septiembre respectivamente. En ambos eventos se realizan diversas exposiciones, desfiles de moda, eventos de experiencia artesanal y exposiciones extranjeras.